Vicente Gutero
España
Serie cuando prestaron 6
Serie cuando prestaron 1
Serie cuando prestaron 2
Serie cuando prestaron 3
Desde siempre –desde niño- he sentido una necesidad innata de recortar, rasgar o despedazar imágenes y titulares tanto de periódicos como de revistas para recolocarlas de otro modo, buscando nuevos discursos visuales. Esta práctica siempre la he asumido como un juego; creo que el ser humano no debe dejar de jugar nunca.
Por otro lado esta exploración libre con el lenguaje y con las imágenes, además de ser una actividad placentera, también es una actividad liberadora pues nos permite acceso a las regiones más recónditas de nuestro propio inconsciente y activar en definitiva las potencias aletargadas del espíritu. De modo que no he abandonado nunca esta actividad.
Añadiré que esta actividad suelo realizarla también de forma colectiva, con amigos, conocidos o con otros collagistas afines, y puedo asegurar que en el collage colectivo todo, tanto el poder evocador y poético de las imágenes resultantes como su efecto liberador, se potencian hasta límites insospechados, adquiriendo una dimensión superior.
Serie exhumar palpitan 7
Eerie exhumar palpitan 4
Serie exhumar palpitan 5
Serie exhumar palpitan 6
Serie cuando prestaron 4
Serie exhumar palpitan 1
Serie cuando prestaron 9
Serie cuando prestaron 8
Trabajo el collage analógico nunca el collage digital. Para esta exposición he seleccionado 7 piezas de la serie “Exhumar palpitan”, realizada en 2021 y 9 piezas de la serie “Cuando prestaron”, correspondiente a este año; en la primera he trabajado el collage con palabras y en la segunda el collage con imágenes.
Mi proceso de creación es bastante caótico; ni yo mismo sabría describirlo. Hay épocas en las que entro en inexplicables trances creativos y me dejo llevar por arrebatos inesperados que no responden a una lógica racional. Pero sí que distingo varias fases: recortar y rasgar imágenes, colocarlas encima de la mesa de trabajo y unirlas de nuevo, dejándome guiar por una suerte de imantación o afinidad que brota de las propias imágenes. En muchas ocasiones distintos collages provisionales, cuyas piezas aún no he pegado, reposan sobre la mesa de experimentación de mi estudio durante meses; se quedan ahí, como esperando, hasta que el día menos pensado, una corriente de aire, un golpe fortuito dado al mueble o un inesperado trastolillo desplaza azarosamente una de las piezas, la gira o arrastra una sobre otra, generando un nuevo discurso visual que ni yo mismo me esperaba.
Por otro lado he de decir que no considero que mis collages sean algo cerrado sino que están en permanente mutación. De hecho hay collages que llevo modificando y alterando durante más de 10 años. Estas prácticas, más que como obras de arte, las considero como el testimonio de un proceso psíquico liberador, un proceso que tiene mucho de aprendizaje. Este aprendizaje está orientado no sólo a la adquisición de conocimientos y destrezas técnicas sino también a activar procesos de construcción simbólica, a través de los cuales dar sentido y resignificar los objetos culturales que nos rodean. El collage, por tanto, abre nuevas vías de simbolización que puedan transformar la vida cotidiana así como los condicionantes internos y externos que alienan al ser humano, algo esencial para poder escapar de la cultura de la dominación y emanciparnos de la pesadilla capitalista.
collage.ar/collage.com.ar