Liliana Lijovitzky
Argentina
Renacer. Comencé en el arte pictórico como aficionada y descubrí mi camino en el arte digital. Pinturas, collages, fotos intervenidas, fotomontajes, arte abstracto, transparencias.
Me atreví a utilizar distintos colores, elementos, mixturas y con imaginación y creatividad, incursioné en técnicas nuevas.
He presentado arte digital en el espacio “el Arte se Muestra” de la Universidad Abierta para Adultos Mayores y en el Museo Municipal de Rosario. He recibido una distinción especial de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad por mi obra “fuerte como el roble”, y ante mi sorpresa, diferentes hashtags de Instagram, relacionados con el Museo Castagnino, el Macro, la Secretaría de Cultura, los galpones municipales y otras organizaciones, me han invitado a participar , publicando semanalmente mis trabajos.
La Casa Suiza en Rosario, dentro de sus actividades filantrópicas, promociona el arte en mi cuidad y regiones aledañas. Tengo el honor que hayan editado hasta la fecha, tres videos de mis trabajos, con una amplia difusión virtual.
Han pasado varios años desde que sentí la necesidad de exteriorizar esta pasión, una revelación que estalló desde mi interior como un RENACER y aún así lo siento.
La evaluación de mis trabajos la hacen los ojos que los miran, pero puedo asegurar que a mí, me llenan de amor y felicidad.
El collage, además de una técnica, es arte puro. Desde pequeña, en el colegio nos enseñaban a combinar recortes, que armábamos con goma de pegar. Era una actividad muy divertida. Me resultaba sumamente entretenida, pues sin darme cuenta, descubría paisajes, rostros, o figuras insólitas que me fascinaban.
Con el incentivo de mis padres y mis maestras, fui aplicando este conocimiento en texturas, hilados, hasta que lo utilicé en esto que desborda mi alma: el arte digital.
Mis trabajos son resultado de mis emociones. Deposito en ellos todos mis sentimientos.
Siento que ha llegado el momento que se valoren, no solo con la mirada, también monetariamente, pues me encantaría que se luzcan en distintos lugares de casas, de oficinas…
Encontrarme con ellos en algunos espacios, sería como sorprenderme nuevamente con mis hijos, pues sí, son como mis hijos.
Los sentí en mi cuerpo, los vi nacer, los ayudé a crecer y ya son como esos frutos maduros que en silencio, piden a los gritos, que los acune nuevamente.