Isaac Castro
Bajo una premisa tan simple como es el corta y pegar, he sido capaz de poder expandir mi creatividad.
El collage y yo, nos conocimos a finales del 2018. Por aquel entonces lo empecé haciendo como un pasatiempo; mis primeras piezas no tenían un rumbo o un por qué —podría decirse que eran carentes de un sentido o alma—. Conforme fui aprendiendo mediante el ensayo y error, empecé a perfeccionar la técnica. Este acercamiento más profundo con el collage fue a través de la pandemia. Dicho contexto me ayudó a tener una relación más estrecha con el papel y las diversas superficies o texturas que empleé al realizar mis trabajos.
La Historia y Arqueología son ciencias que me fascinan hasta hoy, y dudo que me puedan aburrir. Con el collage busco poder transmitir un lenguaje visual —mediante la forma de los cortes, la textura y el color— y rescatar la importancia de ciertos acontecimientos históricos o aportes culturales, dejado por antiguas e importantes culturas y civilizaciones.
Últimamente he pasado de hacer collages recargados a muestras más simples —para nada pomposo—.
Parte de lo que me influye son los colores de tonalidades oscuras u opacas, la música también afianza mi inspiración al momento de realizar un collage.